Congreso mexiquense aprueba Ley de Protección a Periodistas y Defensores de Derechos Humanos

Por unanimidad de votos el pleno del Congreso del Estado de México aprobó la expedición de la Ley para la Protección Integral de Periodistas y Personas Defensoras de Derechos Humanos de la entidad que prevé un mecanismo de protección, medidas preventivas y reformas para la investigación y sanción de agresiones contra integrantes de estos sectores.

En el decreto, se reconoce al periodismo como una actividad de interés público que debe ser tutelada por autoridades estatales y municipales, y se genera un mecanismo de protección a periodistas y defensores de derechos humanos que contará con un fondo estatal, a fin de proteger su vida e integridad cuando se encuentren en riesgo como consecuencia de la labor que desempeñan.

Prevé la creación de la Fiscalía Especializada para la Atención de los Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión, Periodistas y Defensores de Derechos Humanos, y establece reformas al Código Penal mexiquense entre las que destaca la sanción de 15 a 25 años de prisión por asesinato y de 1 a 3 años de prisión por lesiones contra personas dedicadas a estas actividades, además de que se tipifica el delito de daño cometido por servidores públicos, cuya sanción irá de 2 a 9 años de prisión, hasta 400 días de multa y la inhabilitación del cargo hasta por 9 años.

La diputada de Morena, Azucena Cisneros, subrayó que en la nueva ley se reconocen derechos como el secreto profesional y la cláusula de conciencia, por lo que se trata de una reforma de amplio alcance que busca garantizar el ejercicio periodístico y la defensa de derechos humanos, afirmación con la que coincidió su compañero de bancada, Max Correa, quien añadió que esta ley representa un avance importante y también es perfectible.

La ley en mención es resultado de las iniciativas formuladas por la legisladora de Morena, Azucena Cisneros, los legisladores del PAN, Ingrid Schemelensky y Antonio García, así como que los diputados del PRD, Araceli Casasola, Claudia González y Omar Ortega.

Alberto Dzib