La producción guayabera de Calvillo podría estar destinada a desaparecer en las próximas décadas.

Calvillo durante aproximadamente la mitad del siglo pasado fue una potencia en producción de guayaba a tal grado que se hizo famoso por ser “la capital mundial de la guayaba” en los 80’s y fue el primer reconocimiento que se otorgó al pueblo a escala nacional e incluso internacional, siendo una fruta centenaria ya que, registros del cultivo se tienen citados desde 1824 en las zonas de las presas de Cerro Blanco, Malpaso y Los Palillos.

La producción de esta como lo mencionan los mismos guayaberos, desde los 90’s no es la misma, ya que han pasado varios cambios en el municipio, los cuales han empañado año con año la producción de guayaba, aun sabiendo la importancia de esta y su trasfondo, ya que es la imagen e identidad principal del pueblo.

Hasta a mediados de los 80’s Calvillo tenía su "época dorada “como productor de guayaba, ya que contaba con 7300 hectáreas de guayabos lo que convertía a Calvillo en el mayor productor de guayaba a escala mundial. Ahora poco más de 4500 hectáreas siguen trabajándose, con un número amplio de huertas abandonadas y otras secadas, tumbadas o cambiadas por otros cultivos.

La caída de la producción guayabera se ha visto en los últimos 20 años todo reducido a 3 razones, La inestabilidad climática, el culpable siendo el calentamiento global el cual produce años extremadamente secos en verano o heladas fuertísimas en invierno, acontecimientos que dañan un árbol que es bastante delicado, ya que una helada fuerte mata huertas enteras, y una sequía le genera gastos enormes a los productores en agua de pozo que pocas veces recuperan lo que lleva al penúltimo punto, su rentabilidad no es la misma de los 80´s, ya que el mercado se llenó de intermediarios que monopolizaron su venta, creando una volatilidad extrema que termina perjudicando la economía de los productores en tiempos de mucha producción, ya que en muchos años incluso consecutivos a pequeños y medianos productores  les genera pérdidas económicas grandes, para finalizar, se tiene el descuido de los apoyos a la producción de esta fruta, ya que los gobiernos municipales de los 90's en adelante se han enfocado más en el turismo y la industria e incluso volcando su atención a potenciar otros cultivos.

Todo esto pinta un fin sombrío para el atractivo más longevo e importante del municipio en las próximas décadas, ya que de seguir perdiendo hectáreas de huerta y toneladas de producción solo quedarán algunos productores grandes del fruto, y bien los guayaberos pequeños y medianos podrían sustituir hasta el 80% de las huertas de guayaba de la entidad con aguacate, maguey, durazno, nopal y cítricos.